Conociendo el Monumento Natural Ojo de Guareña
En la provincia de Burgos, en la vertiente sur de la cordillera cantánbrica, se encuentra el Monumento Natural de Ojo de Guareña.
Declarado como tal en 1996, Ojo Guareña es uno de los mayores complejos kársticos de España, formado por más de 110km de galerías. Su red principal está formada por 14 cuevas conectadas entre sí en seis alturas diferentes.
En el corazón del Monumento Natural de Ojo de Guareña, se encuentra una de las cuevas más grande de España y de las más grande del mundo, la cueva Palomera.
Este espectacular conjunto calizo-dolemítico del Cretácico superior ofrece al viajero la oportunidad de conocer las peculiaridades de las gentes que habitaron estas cuevas desde la Prehistoria hasta la Edad Media, pero también gracias a las características de la misma, el viajero puede llevar a cabo distintas actividades de aventura en su interior, como la espeología.
Ojo de Guareña también es muy importante desde el punto de vista biológico y natural, ya que en su interior se han llegado a documentar más de 187 invertebrados, algunos de ellos desconocidos para la ciencia. Mientras que en su exterior, es el hogar de diferentes animales como el águila real, el alimoche, el buite leonado, el halcón peregrino, el gato montés o la nutria.
Desde el punto de vista de la flora, Ojo de Guareña es una mezcla entre vegetación mediterránea y eurosiberiana debido a su localización. El viajero se podrá encontrar con robles, hayas, encinas hasta brezales y campos de cultivo.
Otro de los grandes aspectos a tener en cuenta del Monumento Natural de Ojo de Guareña es su importancia desde el punto de vista arqueológico y casi diría antropológico, ya que en este paraje se han encontrado restos de nuestros antepasados que anduvieron por la zona desde el Paleolítico hasta la Edad Media. LLegando a datar la presencia humana de 70 000 años de antigüedad.
En el interior de sus cuevas se ha encontrado pinturas rupestres, huellas de pies descalzos, lo que demostaría el constante tránsito por el interior de las mismas, restos de antorchas, datadas entre 15 600 y 3 600 años de antigüedad, hasta restos de industria lítica.
Como nota curiosa comentar que una de las cuevas fue convertida en ermita allá por el siglo XIII, cerrando su entrada exterior con sillarejo. En un principio estuvo bajo la advocación de San Tirso, pero en el siglo XVIII se reunen la advocación de San Tirso y San Bernabé.
En su interior el viajero podrá disfrutar de la bóveda natural recubierta por pinturas que narran el martirio y milagros de San Tirso que se apdapta a las formas naturales de la bóveda.
Así que, el Momumento Natural de Ojos de Guareña, ofrece al viajero diferentes opciones para conocerla y disfrutarla, desde la aventura, la historia y la naturaleza.
Amelia Fdez. Valledor