Leyendas, curiosidades y anécdotas
Toledo es una amalgama de ciudades, tan pronto es una ciudad cosmopolita como una ciudad que se remonta a la prehistoria. Entre sus puertas nos encontramos la vida y los recuerdos de grandes civilizaciones que nos dejaron un legado inmenso, no solo culturalmente, sino también humano.
En cada callejón, cobertizo, callejuela se respira esa mezcla de culturas, pueblos, historias personales, literatura, etc. Es una ciudad para visitar una y otra vez, en la que siempre hay algo nuevo que descubrir. Tanto es así, que en las últimas excavaciones que se han realizado se han descubierto nuevos vestigios del pasado romano de la ciudad.
Para comprender la historia e idiosincrasia de Toledo, comenzaremos nuestra visita por el museo de los Concilios y la Cultura Visigoda situado en la antigua iglesia de San Román. Ésta se caracteriza por tener una planta basilical de tres naves, separadas por arcos de herradura califal que se sustentan en pilares con capiteles reutilizados, seis de ellos visigodos.
En el museo propiamente dicho, podemos disfrutar de los restos arqueológicos de los siglos sexto al octavo, de la que fuera la antigua capital visigoda, también se pueden ver las reproducciones de las coronas votivas del Tesoro de Guarrazar.
El siguiente museo a visitar será el museo de Santa Cruz, situado a escasos metros de la emblemática plaza del Zocodover. Este antiguo hospital mandado construir por el Cardenal Don Pedro González de Mendoza en el siglo XV, alberga en su interior una importante colección arqueológica dedicada a las culturas romana, visigoda, árabe y mudéjar, aunque también tiene una importante muestra de pintura toledana de los siglos XVI-XVII, junto con obras del Greco.
Callejeando
Tras las visitas casi obligadas a estos importantes museos, podemos perdernos en las callejuelas de la ciudad, y pasear por zonas menos transitadas por los turistas como la zona de los cobertizos y conventos. Llamada así por los numerosos conventos que hay unidos por los llamados cobertizos. Éstos solían ser vías públicas cubiertas, que servían para que se comunicasen entre sí los conventos. Los más famosos son el Cobertizo de Santo Domingo el Real y el de San Pedro Mártir.
Toledo es una ciudad para pasear y perderse por sus calles llenas de historia y de personajes históricos, en estos paseos podemos ver la casa de la amante del Greco, la ilustre toledana Jerónima de las Cuevas, también podemos disfrutar de la catedral en la cual fueron proclamados herederos de la corona castellana Juana y Felipe el Hermoso en 1502. ¡Disfrútenla!
Ricardo Gutiérrez Gómez