La historia del Reino de Navarra es el reflejo de la historia de los primeros reinos de la Europa medieval, luchas territoriales, matrimonios políticos y guerras, muchas guerras.
La ubicación de Navarra, entonces reino de Pamplona, le otorgó una realidad complicada e interesante, ya que al norte tenía el mar, al este los francos y al sur los musulmanes, que habían ocupado la cuenca del Ebro en el 714, aunque de forma débil. Lo cuál no impidió, sino que más bien reforzó la necesidad de una monarquía propia para defender su tierra y es así como surge la primera dinastía navarra, los Iñigos, la cual no duraría mucho.
Los intentos del rey franco Carlomagno para anexionarse el reino navarro fracasan con la derrota de su ejercito en la batalla de Roncesvalles en el año 778, pero siglos más tarde los franceses conseguirán llegar a ser reyes de Navarra con las dinastías de Champagne, los Capetos, los Évreux y los Foix.
Todas estas luchas por el poder entorno a Navarra finalizarán en 1512 cuando el rey Fernando el Católico conquista y adhiere el territorio a la Corona de Castilla.
Durante los siglos venideros el territorio conseguirá una estabilidad económica y política que permitirá el aumento demográfico tan dañado en los años de conflictos.
La centralización del poder, la economía y las administraciones llevada a cabo por la dinastía de los Borbones, durante la segunda mitad del siglo XVIII y prácticamente todo el XIX puso fin al equilibrio político e institucional que venía disfrutando Navarra, cuya consecuencia fue el apoyo de la población a la Primera Guerra Carlista.
En 1839 finaliza la guerra y se concreta la Ley de Confirmación de Fueros dando lugar a que en 1841 se promulgase la Ley de Modificación de Fueros de la Provincia de Navarra, también llamada Ley Paccionada por la cual el Reino de Navarra deja de existir y pasa a ser considerada como una provincia foral.
Hoy en día Navarra es una Comunidad Autónoma rica en historia, en naturaleza, en monumentos y gastronomía.
Ciudades monumentales
A lo largo y ancho del territorio navarro fueron apareciendo diferentes localidades consideradas monumentales sobretodo en la zona media gracias al Camino de Santiago. De esta zona podemos destacar Puente la Reina. Este pueblo-calle, llamado así por que creció siguiendo su calle principal, fue fundada en el siglo XII por Alfonso I el Batallador y es uno de los mejores ejemplos de la ruta jacobea.
La ciudad de Estella también nacida gracias al Camino de Santiago, es una ciudad románica que llegó a ser conocida como “la Toledo del norte” gracias a sus palacios, casas señoriales, iglesias, conventos…
Pero por otro lado, en Navarra existen ciudades monumentales que nada tienen que ver con el Camino francés como son Ujué u Olite. La primera nace para frenar las tropas musulmanes de la mano del primer rey de Pamplona. Ubicada en lo alto de una meseta, Ujué es conocida por su santuario fortaleza de Santa María de Ujué, la cuál se contruyó sobre una iglesia prerrománica y en el siglo XIV se amplió con una nave gótica además de incluirle pasos de ronda y torres almenadas.
Y por último está Olite, la ciudad monumental por excelencia gracias a su hermoso castillo de cuento de hadas, uno de los mejores ejemplos del estilo gótico civil francés, que fue hogar de los reyes navarros durante la Edad Media.
Cuevas
Cuando pensamos en las cuevas navarras la primera que se nos viene a la mente es la cueva de Zugarramurdi, ya sea por la película de Álex de la Iglesia o por su pasado de brujería, pero es cierto que por la razón que sea es una de las cuevas fundamentales a visitar junto con las de Urdazubi/Urdax, esta última también conocida como Cuevas de Ikaburu fueron formadas tras millones de años de erosión a causa del río Urtxume, además es el yacimiento prehistórico del Paleolítico superior más importante de Navarra.
Pero tampoco debemos olvidarnos de la cueva de Mendukilo en la Sierra de Aralar, en donde con dos tipos de visitas; el recorrido turístico y el espeleoaventura, podremos disfrutar de grandes joyas geológicas.
Bosques
Navarra es un territorio de contrastes, en su zona norte es verde y llena de bosques frondosos de cuento.
En el Pirineo oriental, muy cerca con la frontera con Francia, se encuentra la Selva de Irati, el hayedo y abetal más extenso y mejor conservado de Europa tras la Selva Negra de Alemania. En sus orígenes era un robledal que ha ido evolucionando hasta albergar avellanos, olmos, helechos…
De camino al Parque Natural del Señorío de Bertiz, en los valles de Baztan se encuentra una de las extensiones boscosas más importantes de Navarra, el Bosque Quinto Real, atravesado por río Arga y dominado por el monte Ardi. Una vez disfrutado de la Quinta retomamos viaje hasta el Parque Natural del Señorío de Bertiz, en donde podemos encontrar árboles tan exóticos como secuoyas de California o gingkos de China, justo a la entrada del parque en lo que fue el jardín histórico-artístico.
En dirección a Pamplona nos encontramos con el Bosque de Orgi en la localidad de Lizaso. Este bosque milenario de robledales húmedos está protegido mediante la figura de Área Natural Recreativa lo que hace posible su conservación y su uso público.
Por último, de vuelta al Pirineo está el Bosque Leitzalarrea poblado de hayas, robles, helechos… pero sobretodo conocido por sus monumentos megalíticos accesibles mediante un sendero.
Bardenas reales
Desde 1999, las Bardenas reales son un Parque Natural que protege la singularidad de estos terrenos ubicados al sureste de la Comunidad Foral de Navarra.
El aprovechamiento y explotación de la tierra fue concedido al ente jurídico de los congozantes, que aún a día de hoy, disfrutan de ese privilegio de por vida.
Geológicamente se conforma por materiales blandos que con el paso de los siglos y el agua se han erosionado dando lugar a los diferentes paisajes que encontramos en la zona.
La mejana de Tudela
Navarra es conocida entre otras cosas por su excelente huerta y son las mejanas de Tudela una de las más conocidas y apreciadas por su gran calidad, gracias a las aguas del río Ebro que baña sus tierras y al clima mediterráneo continental.
Las mejanas de Tudela son islas que se forman en el transcurro del río Ebro en donde hay una extensión de huertas microparcelas que ya venían trabajándose desde la época musulmana y es donde, durante todo el año, se producen verduras que hacen las delicias de todos los quienes las prueban.
En los meses cálidos hay tomantes, berenjenas, calabacines, espárragos… y durante los meses de otoño e invierno están las alcachofas, los cardos, las borrajas, las acelgas, etc.
A parte de las huertas, las mejanas pueden ser disfrutadas a través de miradores y paseos.
Pamplona
Situada en el centro geográfico de Navarra, la ciudad de Pamplona resulta ideal como base para conocer el resto de la comunidad.
Fundada en el año 75 a.C. con el nombre de Pompaelo en honor a Pompeyo sobre asentamientos vascones en donde hoy se encuentra la Catedral. Durante la Edad Media se dividía en tres burgos amurallados, que tras la firma del Privilegio de la Unión en 1423 se convierte en una única entidad.
Los sanfermines
El 6 de julio de cada año se lanza el chupinazo en Pamplona que da el comienzo a las fiestas de San Fermín. Su origen es medieval consecuencia de una mezcla de actos religiosos y ferias comerciales con diferentes fechas hasta que en 1591 el ayuntamiento de Pamplona pide al obispo trasladar la celebración al 7 de julio para aprovechar mejor el buen tiempo.
Las fiestas de San Fermín se hicieron mundialmente famosas por ilustres personajes como Ernest Hemingway que la retrató en su libro Fiesta.
Amelia Fdez. Valledor