Ciudad Patrimonio de la Humanidad
A tan solo dos horas de Madrid, Cuenca es una de las joyas medievales de la Península. La visita guiada comienza con una panorámica de veinte minutos en autobús por la Hoz del río Huécar, un barranco de más de cien metros de profundidad con paredes erosionadas durante los último ochenta millones de años.
La ruta a pie comienza en la parte más alta de la ciudad, el Barrio del Castillo, desde donde se contempla todo el caserío medieval. De esta forma la visita guiada será en descenso, hasta llegar al símbolo de la ciudad, las Casas Colgadas.
Por el camino el visitante podrá descubrir las impresionantes vistas sobre la Hoz del río Júcar, el otro barranco que rodea la ciudad. Además del antiguo convento de las Carmelitas Descalzas, la iglesia de San Pedro, varias casonas nobles, la colorida Plaza Mayor, el Ayuntamiento barroco, el Palacio Episcopal y los rascacielos del Huécar, que no son ni más ni menos que las viviendas más altas de la España del siglo XVI, con hasta doce pisos de altura.
Mención especial merece la Catedral, la primera comenzada en estilo gótico de todo el reino, allá por el siglo XII. Además, es una de las Catedrales más grande de España, ya que cuando se amplió en el siglo XV, Cuenca era la tercer ciudad del reino y de las más ricas gracias al comercio de la lana.
Ciudad Encantada
La Ciudad Encantada es un paraje natural situado a unos cuarenta minutos de la ciudad de Cuenca (25 km por la ruta de ida y 35 por la de vuelta).
Se trata de uno de los conjuntos representativos del proceso de erosión de la roca caliza más extraños del mundo. Aquí, el agua y el viento han modelado rocas de más de diez metros creando formas bautizadas con nombres de objetos y animales. El perro, la cara del hombre, la foca, el puente romano, el cocodrilo, etc.
Su visita comprende un recorrido circular a pie de una hora y media (3 km) a través de un sendero de grava perfectamente habilitado y sin desniveles importantes, salvo 30 escalones en la mitad del recorrido, siendo imprescindible llevar calzado cómodo.
Entre la Ciudad Encantada y Cuenca pararemos a disfrutar de las impresionantes vistas del mirador conocido como el Ventano del Diablo, colgado a más de cien metros de las aguas del río Júcar. Frente al que se sitúan Los Cortados, un desfiladero donde el río abrió un estrecho paso dejando paredes verticales a ambos lados.
Pablo García